El restaurante les abre sus puertas en las antiguas caballerizas, donde las paredes aun rezuman los
vestigios del pasado. Los pesebres conversan los nombres de los caballos: Bijou, Figaro, Pola. En
una calida atmosfera, tendran el placer de probar los platos del terruño, elaborados por el chef : cochinillo lechal a la miel, caracoles a la carcasonesa, cangrejos de rio, foie gras
salteado con higos, cassoulet con confit de pato, acompañados con vinos de la bodega.
El restaurante esta cerrado todos los lunes.